Compartir

Enseñanza de la Odontología en Tiempos de COVID-19

Enseñanza de la Odontología en Tiempos de COVID-19

Durante el primer trimestre del año 2020 el coronavirus asociado al síndrome respiratorio agudo grave del SRAS-CoV 2 el cual se conoce como enfermedad COVID-19, fue proclamado como pandemia por la Organización Mundial de la Salud (OMS). A partir de ese momento, a nivel mundial se tomaron muchas difíciles decisiones en todos los sectores, incluyendo el cierre de la presencialidad en las instituciones de educación superior. Por consiguiente, esas medidas conllevaron a una reestructuración en las estrategias de enseñanza-aprendizaje tanto teóricas como prácticas en la enseñanza de múltiples disciplinas.

En cuanto a la enseñanza de la práctica de la odontología el desafío fue mayor. Por la naturaleza del trabajo del odontólogo las recomendaciones para la prevención del contagio del COVID-19 fueron más difíciles de emplear. Recomendaciones como respetar las normas de distanciamiento y evadir la producción de aerosoles son algunos ejemplos del por qué el personal de la odontología incluyendo docentes y estudiantes fueron considerados de alto riesgo. Otro desafío que enfrenta la odontología es que la práctica es esencial en el desarrollo de habilidades y competencias para la atención de los pacientes en la clínica odontológica, lo que conllevó – durante la etapa de práctica virtual – a la necesidad de incrementar la frecuencia de las estrategias de enseñanza de simulación de dicha práctica. El aprendizaje basado en problemas, la resolución de casos clínicos, y el uso de simuladores en casos particulares son algunas de las estrategias que fueron implementadas y permitieron que los estudiantes se enfrentaran a casos reales, asi contribuyendo al desarrollo de competencias y toma de decisiones en la atención de los pacientes.

Al pasar los meses, el mundo empezó a adecuarse a lo que llamaron “la nueva normalidad”, se inició el proceso de planificación de la apertura e inicio de las prácticas clínicas de manera presencial. Esto por la necesidad inminente del estudiante de odontología de realizar prácticas con pacientes para completar su desarrollo de competencias para la atención de pacientes a nivel odontológico. Todo ello complementado con una evaluación objetiva de la parte práctica que requiere una estandarización y mayor rigurosidad de los criterios establecidos a evaluar por parte del docente.

Hay que resaltar que un factor muy importante en la práctica clínica odontológica son las medidas de bioseguridad que el estudiante desde muy temprano en su plan de estudio debe adoptar y familiarizarse con ellas para que se conviertan más habituales dentro de su práctica. Este estudiante, desarrolla competencias para mantener un ambiente bioseguro en su espacio de trabajo. Cabe destacar, que los odontólogos de por sí siempre han tenido un amplio manejo y conocimiento de las medidas de bioseguridad adecuadas para prevenir el contagio de virus (e.g., Hepatitis y VIH). De esta manera, al momento de llegar el virus del SRAS-CoV 2 inmediatamente se inició un proceso de reforzamiento de estas medidas en la atención odontológica con el desarrollo de protocolos robustos que permiten la prevención del contagio de este. Así pues, en estos tiempos la educación en odontología ha ido fortaleciéndose y cambiando de acuerdo con las necesidades que han surgido, donde la tecnología ha jugado un papel importante para asegurar el desarrollo de las competencias necesarias que debe tener el odontólogo al momento de culminar sus estudios.

La enseñanza de esta disciplina durante los últimos meses ha tenido que ser transformada para adaptarse a los cambios que ocurren a nivel mundial debido al virus del SRAS-CoV 2, lo cual obliga a la escuela de odontología – particularmente la clínica odontológica – a seguir innovando e implementando nuevas maneras de enseñanza que beneficien el aprendizaje de los estudiantes de una manera segura.

Deja una respuesta